Patronato de Protección a la Mujer: Basta ya
No se quieren enterar, pese a la siembra mediática al respecto.
Editorial | 05 de diciembre de 2023Consuelo G. del Cid Guerra
Esta pizarra se encuentra a la entrada de un prestigioso hotel, cuyo Palacio perteneció a las Oblatas del Santísimo Redentor, una de las congregaciones auspiciadas por el Patronato de Protección a la Mujer, la GESTAPO ESPAÑOLA que encerró menores de edad en reformatorios disfrazados de conventos, sin haber cometido delito alguno.
"una Orden dedicada a ayudar a las jóvenes con problemas, es decir, una Orden especialmente sensible al dolor de las mujeres". La frase, ofende. Nada más lejos de la realidad. Una prisión para niñas y adolescentes donde se vulneraron los derechos humanos a diario. Basta con rastrear testimonios que asustan al miedo. El dolor, se infringió en esos muros. Niñas obligadas a trabajar sin descanso, con sabañones y heridas en las manos, castigos despiadados, tanto en los orfanatos como en los reformatorios. Las paredes de ese hotel, están impregnadas de lágrimas, pero sus muros, no hablan. Llevamos más de 12 años intentando romper el silencio, y en este largo trayecto hemos tenido que soportar cómo se conceden premios:
- PREMIO ZIRGARI A LA IGUALDAD 2018
- PREMIO AL EJEMPLO DE FORTALEZA EN ALMERÍA 2021
- PREMIO MENINAS EN ALICANTE EN 2021.
Somos memoria, y es nuestra obligación moral exponer la verdad, aunque nos pongan en duda. "Caídas, arrepentidas, jóvenes de dudosa moral". Basta. Basta ya.
La misma congregación se ha encargado de blanquear su historia con la película "Si todas las puertas se cierran", estrenada el pasado mes de abril. La verdaderas víctimas de su trato, todavía están vivas, y les asiste el derecho a denunciar públicamente el infierno padecido. Por ser pobres. Huérfana. Desamparadas. Jóvenes que pensaban por sí mismas. La palabra "prostitución", se estampa como si nada. No. No eran prostitutas, pero las "redentoras" se apoyan en esa palabra que todo lo justifica.
Ustedes no las llevaron por ese "buen camino". Las internas pasaban hambre y frío, fueron laboralmente explotadas sin percibir salario alguno, reformaron sus palacios fregando, de rodillas, hasta el agotamiento físico.
Padecieron los más terribles castigos, y no me vengan con el verso de que "España, entonces, era así", y lo que sucedió, no se puede mirar con los ojos del año 2023. Quebrantar la frontera entre el bien y el mal, es una de las muchas aberraciones que caracterizó al franquismo : Iglesia y Estado, cogiditos de la mano, destrozando vidas.
Determinadas congregaciones religiosas deben pasar por una seria reforma, asumir su historia reciente y pedir perdón. A todas. Porque no nos hemos montado una película: el largo metraje, es de ustedes. Pero no les pertenece en toda su extensión. Analicen su pasado. Hablen con sus antecesoras. Porque absolutamente nada se hizo por el bien superior de las menores, hoy adultas, que claman justicia por tanto daño causado.
